miércoles, 7 de marzo de 2007

El caso Ayerza

Marga vivia con 3 cobayos de mugre.
Ella decia q era sola por decisión propia.
Era un bicho canasto pero no lo tenia muy claro.

Ya era la hora de prepararse el fernando on de rocs y ver el noticiero.
Habia escuchado lo de Ayerza la noche anterior y estaba como loca.
Porque Ayerza era cocainomano. Seguro.
Ademas se rumoreaba q era narcotraficante. Y puto.

Cerro la persiana y se dispuso a moldear el somier con su culo generoso.

Adopto la posición de ver tv.
Con las piernas cruzadas con el vaso en la mano izquierda y la derecha sosteniendo la servilleta, q absorbia la transpiración del fernet helado.

A las 20:25 estaba concentrada. Con ojos de niña, q eran un oasis en su cara abandonada.
Ahí estaba Ayerza, tapado con una campera como todo supuesto malhechor.
Marga empezo a largar frases entrecortadas como Andres Perciavalle hablando por telefono. No se queria perder detalle.

La casa estaba vacia, obscura y humeda.
Porq Marga era una loca de la limpieza pero hacia ya unos meses q no movia el culo.
Salia del circuito cuarto-cocina-baño solo una vez por mes para ir al super y pagar algunas cuentas.
Porq la plata no era un problema, no.
Era una excepcion en la lista de razones para suicidarse.

El noticiero de las 20 no habia colmado sus expectativas.
Pero quedaba el de las 21.
Otra vez la imagen de Ayerza con su camperita Verde.
Finalmente el climax llego cuando el abogado de Ayerza trataba de explicar no se q banana.
Por suerte para Marga, la casa se lleno de hijos de puta.

Hijo de puta. Deberian encerrarlos a todos, hijos de puta.
Mira esa barba, drogadiptos hijos de puta. Esa gente no puede andar suelta…
Pero callate hijo de puta. Solamente en este pais. Q hijo de puta.

Termino el noticiero y el fernando, q ya estaba en su sistema.

Fue a la cocina y sin prender la luz lleno un vasito con agua y se empastillo.
Se acosto con las piernas para arriba, gracias al abultado almohadon bajo el colchon.
Se acomodo ansiosa esperando el efecto del somnifero, mientras miraba el jesus de madera q la habia acompañado toda la vida.
Marga estaba acostumbrada a la enorme cama para ella sola.
Le habia dado sus mejores años a Reynaldo q le habia dado sus mejores años a Silvina, 750 años menor q el.

Cerro los ojos y recordo la sensación q tenia de niña cuando se sentia mal.
Nada podia sucederle mientras dormia. Era un gran parentesis. Un refugio.

Eran las 9 de la mañana
Se desperto con la voz del Paz Martinez sobre la señal de ajuste.
Habia regado la amohada con baba.
Se levanto como un fantasma, fue al baño y se sento a hacer pis.
Evitando el espejo buscaba patrones en el mosaico.
Se acordo del hijo de puta de Ayerza.

La criaturita de Dios volvio a la cama, y se durmió.

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