Habia una vez un gendarme coquetisimo.
“Lo bueno de ser un gendarme es q no tenes dias de pelo malo” penso con picardia frente al espejo, acariciando su cabeza de moquette.
y se fue a hacer sus cosas gendarmeriles.
Pero algo saldria mal…
viernes, 23 de febrero de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario